Érase una vez una cita a ciegas en Forocoches

Joder, sé que estoy desesperado, pero es que hace dos meses que no paso de jugar al solitario.
Y tengo el brazo como el de Nadal. Diría que incluso soy top3 en la atp. Y nada, un colega dado a estas cosas, me ha buscando una chorrocita para ver si consigo acabar con la racha.

Lo único que sé es que es pelirroja y tiene un piercing en el labio. Intuyo que es en la boca, pero no me ha dicho nada más. Ya lo veré in situ.

Bueno, tengo todo preparado. Mi tarrito de colonia Brummel. Y mi camiseta de los rolling. Mis dos claves en la mayoría de grandes noches de mi vida.

Hemos quedado a eso de las 21h en las ramblas.

Estoy desentrenadísimo. Hace un par de semanas intenté ser simpático con la cajera de la tienda donde compro en el embutido, y no me dio ni bolsa.

Le he enviado un sms, para ir calentando la cosa.

"Espero que vengas con hambre,...porque te voy a dar una buena cena "

Desearme suerte compadres.








¿Cómo acabó la historia? Pulsa en Read More para ver el desenlace en la entrada extendida!

Mi cita a ciegas.
Enamorado me hayo.

Cita:

Me he enamorado chavalería.

Menudo ángel. Guapa, simpática, con una buena dicción, ironía en las venas, con un culo “asientoymedio” como a mí me pone. Y el piercing? Que vicio,…madre del amor hermoso,…me tenía que haber atado un imán a la polla…

Tengo que decir que la cosa empezó fatal, todo sea dicho.
Llegué tarde, y encima me confundí de chica. Ya es jodido liarse con las pelirrojas, pero nenes, ya os dije que estoy desentrenado al máximo…

Cuando aquella chavala me contestó en alemán intuí que no podía ser ella, salvo que fuese algún código en esto de las citas a ciegas, así que le contesté en catalán…

Pero no conseguimos entendernos.

Afortunadamente observé en la lejanía a otra chica de pelambrera roja.
Y lanzado que fui.

Cuando llegué, lo primero que me soltó fue un "Que sea la última vez que me envías un sms de ese tipo,…he estado a punto de no venir…”

Estaba cabreada, chavales. Se le notaba. Ni se percató de mi mirada de fucker, infalible en sus tiempos, ahora a la altura de la del dioni,…me cago en ros…

Fuimos a cenar a un local cercano. No muy grande, pero con buena consideración y normalmente cargado de gente. Que eso es siempre señal de éxito!

Yo me pedí un menú CBO y un mcflurry de kitkat, ella me dijo que estaba metida en la dieta esta tan famosa que hay ahora, dieta Duncan,…o no sé que pollas,… también tiene tela pasar de jugar en los Spurs al mundo de las dietas,…ya te dice mucho de lo fiable que debe ser…

Así que se me puso a comer una ensalada y una hamburguesa de pollo de las de un euro.

Y encima le sacó hasta el pan!

Se podía haber comida mis servilletas directamente. Le hubiesen alimentado más,…me cago en la puta…

-Y la dieta esa es muy severa, o qué?-
-Bueno,…es un poco exigente, la verdad –
-Espero que no esté prohibida toda la carne…jeje-
-No sigas por ahí,…te lo ruego…-

Como cazaba mi ironía la muy golfa!

Tal vez eran mis caras. Ya últimamente algún colega me lo había dicho.

-Tío tienes una cara de violador de cabras que asusta…-

Aunque bueno, lo peor no fue aquello. Lo peor vino cuando me levanté para echar la meada de turno y un grupo de gremlins, porque no tienen otro nombre, comenzó a lanzarme pelotas de la piscina de bolas que hay en el piso de arriba, justo al lado de la puerta de los lavabos.

Me cagué en sus padres allí presentes, y comencé a devolverles las bolas a “chepazo limpio”. Pero los muy cabrones comenzaron a llorar como ambulancias cargadas de adolescentes etílicos, y sus papis, que más que sus papis parecían sus hermanos mayores, tenían la edad de Cabano, no más, se levantaron y se dirigieron hacía mi.

Estaba claro que no venían a ofrecerme el regalo del happy meal, así que me quedé sin mear y bajé a toda hostia en busca de esta.

-Vámonos, corre!-
-Qué corra!? Pero quién cojones es esa gente? Qué has hecho!?-
-Tu corre, hostia! Qué esto va de puta madre para la dieta!-

Salimos disparados ramblas para abajo. Menos mal que aún conservo buenas patas. Traté de calmarla comprándole una de esas luces voladoras que venden los paquistaníes, pero no sirvió de nada

Y encima en el primer tiro, se me quedó enganchado en uno de los árboles.

Así que le pedí que me diera una oportunidad más. Que fuésemos al “bosc de las fades”, un localito ambientado forestalmenta y merlinianamente, y que tiene entre parejitas y guiris borrachos que llevan allí a sus prostitutas antes de subírselas al hotel.

Normalmente prostitutas chinas que ostentan bazares por las mañanas.

La chica aceptó, y allí que fuimos. Todo trascurría a gusto, incluso estábamos teniendo una conversa agradable.

-Bueno,…y entonces a qué te dedicas?-
-Tengo un negocio propio…-
-A sí? De qué?-
-Se trata de una empresa basada en la alimentación de productos de impacto rápido,…tocamos el mercado del dulce y del salado a la par,…sin complejos…y la verdad es que no nos va nada mal…jeje-
-Tienes una tienda de chuches, no?-
-Si…-

Hija de puta, era una maldita linza! (Por si lo leen los del ministerio de igualdad)

La noche fue alargándose, y bueno me empecé a dejar llevar por el roncola que me fue pimplando. Aunque os pueda parecer raro, el alcohol me vuelve un ser vergonzoso.
Se me va el mundo de las manos, ya acabo haciendo el ridículo de manera notable.

Para empezar hablo más de la cuenta, sin parar, y utilizando frases inconexas.
Ejemplo:

-Joder es que Salinas era un tronco,…pero yo no tengo nada en contra de Vivaldi, te lo puedo asegurar…-

No sólo eso, algo pero. Comienzo a reírme como aquella hiena retrasada mental que salía en el rey león, aquella que se parecía a Pepe.

Horrible…

Y quizá lo más preocupante, es que de golpe y porrazo me levanto del lugar en el que estoy sentado, y grito una frase sin venir a cuento.

Ejemplos:

-Que levanten la mano las cojas!-
-Qué se besen! Qué se besen!-

Después me siento otra vez, y me despollo vivo. Me pasa desde los dieciséis. Y aunque mi grupo de camaradas ya lo tienen un poco asumido, los forasteros no parecen muy dados a entenderlo.

Pues una vez pasó toda mi experiencia alcohólica, comenzó a decirme que estaba avergonzada y que nos marchásemos. Pero yo no estaba en mí, hacía tiempo que me había marchando en mi nube de ron con cola dirección Marte.
Aún así fui capaz de ponerme en pie, y acompañarla fuera, no sin antes gritar una vez más algo que no venía a cuento, pero que no podía callarme.

-A tomar por el culo Jenson Button!-

Estaba mamado perdido. Ni Ortega Cano en sus mejores tardes. No conseguía que mi dentadura coincidiesen, y estiraba tanto los párpados para tratar de mantenerlos abiertos que parecía permanentemente sorprendido.

Llegamos a la boca del metro, y nos despedimos.

-No quiero volver a verte, ni saber nada de tí…-
-Das pena,…mírate, eres una mezcla entre un holligan y Mickey-
-Y además hueles a mi abuelo…-
-No me llames más!-
-Está bien, está bien,…nos comunicaremos por sms, como tú quieras…-
-Qué no! Ni sms, ni email, ni llamadas,…nada! Espero no verte más -

Eso fue lo que acabó gritando mientras se metía en el metro.

Y allí me quedé yo. Tajado perdido, con unas pintas realmente duras, pero enamorado hasta las trancas.

Y es que por mis huevos que yo consigo otra cita con esa pelirroja. Aunque sea lo último que haga en esta vida.

Os mantendré informados.

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