He aquí la introducción de una serie de OCHO capítulos, unos mas largos otros menos, a través de los cuales narraré una historia que, sin lugar a dudas, no va a dejar indiferente a nadie. Un desenlace que ni yo mismo habría imaginado a juzgar por el transcurso de los acontecimientos en sus inicios, un final del que, estoy seguro, muchos de vosotros podréis aprender valiosas lecciones para aplicar en vuestras vidas e incluso impartir a hijos o nietos.
El auge de las redes sociales ha revolucionado las relaciones interpersonales. Badoo, Facebook, Tuenti, etc, han originado un universo paralelo en el que la gente se relaciona únicamente mediante la palabra llegando a adoptar personalidades totalmente distintas a las que realmente desarrollan en su vida cotidiana. Diferenciar entre lo verdadero y lo falso moviéndose por estos lares es por tanto, harto complicado.
Y es que nuestra historia empieza allí, en una de esas redes sociales a la que un día por casualidad decidí unirme sin tener la menor idea de las situaciones a las que en un futuro muy cercano iba a conducirme. Una larga sucesión de acontecimientos de diversa naturaleza que tan solo ahora, en el final del trayecto, he podido comprender casi en su totalidad. No la conocí a través de una red social, pero sin ella no la habría conocido.
No lo dudéis ni un instante y quedaos hasta el final, pues lo más impactante llegará en los últimos metros. Sólo siguiendo esta historia capítulo a capítulo lograréis entender el caos emocional central y lo más importante, el impresionante y devastador broche final que veremos en los tres últimos apartados.
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