jueves, 24 de noviembre de 2011

Una loca me ha robado el sitio para aparcar


Estaba llegando por la mañana a mi trabajo, buscando sitio para dejar el coche. Es una calle de dos sentidos, y en los dos se puede aparcar. En una de las aceras hay un supermercado.
Yo iba con mi coche (el gris) en dirección derecha, cuando he visto que había un coche (abuelo insaid) que se disponía a desaparcar en la acera de enfrente (donde está dibujado el hueco). Pues me he puesto en segunda fila en mi dirección, con el intermitente de la izquiedardado, para esperar a que el abuelo terminara de desaparcar. En ese momento el coche azul aún no había aparecido.
Pues cual es mi sorpresa cuando el abuelo desaparca, se pira, y un micro segundo antes de dar yo la media vuelta para ponerme en paralelo con el hueco y aparcar, aparece por la derecha el coche azul y ocupa el sitio. Yo a todo esto tocando el claxon y la tía de vez en cuando me miraba y se hacía la loca.
Total que dejo mi coche cruzado en medio de la calle, me bajo y le digo que hoygan que ese era mi sitio, que llevaba un raro esperando enfrente con el intermitente dado. Pues va la tía y me dice que me vaya acostumbrando, que no es la primera vez que me van a quitar el sitio en mi vida, y que a ella se lo habían quitado hace un rarito un poco más arriba de la calle. Le digo que a mi eso me da lo mismo y que no se va hasta que mueva el coche, y le agarro el brazo. La tía de repente se se pone a chillar y a decir que va a llamar a la policía. Sale corriendo y se mete en una farmacia que hay al lado, que resulta que es la suya (es la farmacéutica). Yo seguía con el coche ahí cruzado, sin saber qué hacer, así que he entrado en el súper, he comprado una botella de ketchup (de marca blanca, que es final de mes), he salido, lo he abierto y se lo he echado por encima al coche con la tía mirando desde la farmacia.

Luego he aparcado en un sitio que hay por ahí cerca. Hace un rato he bajado y su coche lo había limpiado, y el mío estaba perfecto.
Supongo que quedará así la cosa. No creo que ella le vaya a hacer nada a mi coche en éstos días, porque yo sé donde trabaja.
También puedo pasarme hoy por su farmacia y pedir antidepresivos, tanquilizantes y algo que me ayude con las voces de Satán que oigo. Y unas pastillas Ricola.
Adjunto un mapa de alta resolución que he sacado de Google Maps, para que te os ubiqueis. Mi coche es el gris. Es suyo es el morado. El supermercado está justo enfrente del sitio vacío.



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